Los bebés de ocho meses son capaces de hacer juicios morales y actuar acorde con ellos, según sugiere un estudio en el que los pequeños castigaban el comportamiento antisocial de un tercero contra otro, representados estos últimos como dibujos en la pantalla de un ordenador.
La investigación, liderada por la Universidad de Osaka (Japón) y que publica Nature Human Behaviour, indica que la motivación que impulsa al castigo podría ser intrínseca y no aprendida.